El oratorio surge en la periferia norte de la ciudad y era la antigua iglesia del burgo de San Leonardo, uno de los primeros burgos franco-novareses, que, debido a la unión con "Burgi Mayneri", dio origen a la actual ciudad durante el siglo XII. El oratorio que hoy hace completamente parte del tejido urbano, (calle Don Minzoni) se presenta de nave única con ábside semicircular. La fachada es de doble aguas y la puerta de entrada tiene un luneto sobre el cual se abre una cruz luminosa. La mampostería que aparece en la fachada y en los contrafuertes está formada por grandes piedras escuadradas ligadas en sentido horizontal por mortero blanco, mientras que en las paredes laterales y en el ábside aparecen peladillas de río dispuestas de modo irregular con algunas partes de espiguilla. De gran interés son los frescos que decoran el interior del edificio, probablemente de inspiración románica. Hoy en día son muy estudiadas por críticos e históricos del arte las decoraciones que cubren las paredes del oratorio. Recientemente han sido objeto de una buena restauración conservativa.